Punto de partida: en el barrio de Santo António, en Manteigas.

La Ruta del Jabalí nos permite vislumbrar el paisaje humanizado con una vista panorámica del pueblo de Manteigas, cruzar el interior de magníficos bosques, subir al tope de la corriente de Leandres y sentir la cascada del Pozo del Infierno.
Recorrer el camino hecho por Horacio cuando se lanzó en busca de una vida mejor.
Este personaje, de la novela neo-realista de Ferreira e Castro – La Lana y La Nieve, se enfrento un largo camino a pie entre Manteigas y Covilhã en busca de un empleo en la industria tejedora para así poder comprar la casa de sus sueños. En este trabajo, el autor describe los lugares por donde el personaje pasó, de una manera muy fiel a la realidad del patrimonio natural del Pueblo de Manteigas, representando la fuerza del personaje en pleno escenario de la Segunda Guerra Mundial, en un contraste entre el mundo rural y el proletariado.

Durante la ruta surgen elementos sorprendentes como la Casa do Guarda-florestal dos Carvalhais (Casa del Guardia-forestal) o el Viveiro Florestal das Moitas (Vivero Forestal).
En lo que concierne a las líneas de agua se destaca la Ribeira de Leandres (Corriente de Leandres), encajada entre escarpas, y el Pozo del Infierno, una cascada natural de diez metros.

Estos espacios naturales contribuyen para el desarrollo de la vegetación local qué nos lleva a contemplar una bella zona forestal qué llena los horizontes de color, tonos suaves de marrón en el invierno-primavera, verde con flores blancas en el verano, amarillo y naranja mezclados en el follaje de otoño.

En esta ruta varias especies nativas están presentes, como el castaño, el fresno, el roble negro, el sauce y el aliso negro.

Merecen particular destaque la “gibaldeira”, qué posee un estatuto de conservación, el pino del Oregón, el abedul y la serbal.

El equilibrio existente entre las especies de maderas duras y blandas en combinación con la presencia de las líneas de aguas, hace de esta zona uno de los hábitats preferidos para muchas especies de animales. El recorrido de la Ruta del Jabalí presenta hábitats frecuentados por el conejo, el zorro, por el jabalí y por el erizo.

Las aves de presa, el aguilucho cenizo y el cernícalo son los que habitan en las zonas incluidas en esta ruta peatonal.

Los hábitats donde el agua es muy abundante permiten la existencia de grupos de especies que dependen de ella, como los anfibios, de los cuales se destacan la rana ibérica y la rana verde. En cuanto a los reptiles se destaca la presencia de la culebra de agua de collar y el lagarto de agua. La nutria es también uno de los animales que habitan en esta zona. Su presencia se detecta por las huellas en forma de estrellas.

Durante la ruta es de referir el paisaje provocado por el fenómeno de la grava – depósitos de fragmentos rocosos groseros, generalmente localizados en pendientes de inclinación moderada a fuerte, generados por crioclastia (ocurre por la transición del agua de estado líquido a sólido en las fisuras de las rocas).