Punto de partida: cerca del campo multiusos, en la Carretera Nacional 232, en Sameiro.
Al recorrer la Ruta de Sameiro emergimos en una atmósfera de historia y tradición. A lo largo del camino se pueden observar monumentos de uso religioso y popular, que permiten absorber toda una singular vivencia. En cuanto a lo patrimonio urbano surgen edificaciones de traza genuina, siendo de realzar la Iglesia de San Juan Bautista y, ya en la derivación, la Capilla de San Lorenzo con todo su misticismo asociado.
En la realidad, recorrer esta ruta es inspirar la esencia de las gentes serranas y su historia. La vida de la población se encuentra marcada en cada monumento que cruza el camino, en cada casa de esquisto y granito, cada “levada” de agua fresca, cada campo cultivado, en cada rostro que nos saluda.
En el edificio de la Parroquia de Sameiro funciona la sede del Grupo Folclórico Malmequeres de Sameiro, que promueve la preservación de la cultura serrana, a través de la recogida de relatos de vivencias y de costumbres de otrora, con la divulgación de los trajes y canciones típicas.
Otro elemento de notoriedad en la historia de la población es el Horno Comunitario. Aunque estas estructuras tengan perdido la importancia social, cultural y económica contra el rumbo de la industrialización y masificación, representan un factor importante en la historia y vivencia de la comunidad.
A lo largo de la Ruta de Sameiro se destaca la vista panorámica sobre los campos agrícolas, líneas de agua que atraviesan el poblado, locales de pastoreo y el bosque que rodea todo.
En la derivación que conecta Sameiro a San Lorenzo nos enfrentamos con un paisaje natural hacia el Ribero del Valle del Oso, de encantadora belleza y magnificencia. En este lugar, de acuerdo con la noticia del antiguo periódico de Manteigas, el «Estrella de la Beira», nº 138, de 21 de Diciembre de 1935: “En el lugar llamado Ribero del Oso, de la vecina parroquia de Sameiro, fueran encontradas, hace poco tiempo, cuatro piedras de molino romanas y un hito miliario y que por desconocimiento de su valor arqueológico fueran inutilizados por su propietario (…)”. Todo esto ven atestar la antigüedad del pueblo vecino.
En cuanto a la flora, componen esta ruta especies como la carqueja, brezo, jara pringosa, escobón, romero, fresno, aliso, pino silvestre, abeto de Douglas y la encina entre otras especies que otorgan a la Ruta de Sameiro una deslumbrante paleta de colores.
La Ruta del Sameiro esta, en gran parte, cubierta por mosaicos de bosques, praderas abiertas, arroyos, zonas forestales, zonas agrícolas, abasteciendo hábitats ideales para varias especies, como el Lución, Vencejo común, sapo común, boga común, el cuervo, cuco melódico, erizo, Cernícalo común, lagarto ocelado, lagartija ibérica, Lagartija colilarga, Rana patilarga, guardar, Cárabo común, Lechuza común, conejo bravo entre otras. Merece especial destaque el murciélago de herradura pequeña que enfrenta riesgo de extinción elevado.