Punto de partida: cerca de la iglesia de Santa Maria, en el pueblo de Manteigas.
Al contemplar el paisaje, el visitante se encuentra con calles típicas, casas tradicionales y monumentos religiosos, patrimonio urbano y natural de belleza inigualable.
Es un área de especial interés donde la zona urbana se combina con la vista panorámica del Valle Glaciar del Zêzere en forma de “U”.
El patrimonio del pueblo es muy rico y cuenta una historia “beirã” muy hermosa, relacionada con la actividad de pastoreo, la lana y el bosque.
Con respecto a las Iglesias, la Igreja Matriz de Santa Maria (Iglesia de Santa María), destaca por ser la más antigua del pueblo, es neo barroca de planta longitudinal con nave, presbiterio más estrecho, flanqueado por sacristías.
Junto con la Iglesia de Santa María, que se encuentra en la parte posterior, está la Capela do Nosso Senhor do Calvário (Capilla de Nuestro Señor del Calvario) que se alza en una gran plaza. Se trata de una Capilla datada en 1916, de planta cuadrada y con un espacio interior único, donde se puede ver una cobertura con un techo de madera.
La Igreja da Misericórdia (Iglesia de la Misericordia) se construyó entre 1685 y 1688, en el lugar donde antes estaba la Capilla de São Joâo Baptista (San Juan Bautista) (1260). Su ubicación en la parte más antigua del pueblo, donde se supone ha sido el centro de crecimiento y desarrollo, es un hecho que ha puesto en duda si no habrá sido esta la primera Iglesia de Manteigas.
La Igreja de São Pedro (Iglesia de San Pedro), a su vez, es una Iglesia de construcción del siglo XIX, con una planta en cruz latina y capillas laterales.
Otro de los símbolos religiosos del pueblo son las Alminhas (Almitas) que se encuentran en la fachada de uno de los edificios en la parte más antigua del pueblo.
Las Alminhas (Almitas) están ligadas con la creencia en el purgatorio, simbolizado por una hoguera donde todas las almas deben pasar para que sean purgadas con el fuego de los pecados veniales.
En cuanto al patrimonio urbano es de señalar el edificio Solar da Casa das Obras (Solar de la Casa de las Obras), construido en el siglo XVIII por João Teodoro Saraiva de Vasconcelos Cardoso.
Los cerca de 50 años que duró su construcción hizo que dieran nombre a este monumento de la arquitectura barroca.
Justo en el centro del pueblo se encuentra el Ayuntamiento de Manteigas con una arquitectura política y administrativa del siglo XX, diseñado de raíz para el servicio público.
El carácter cultural, especialmente, la música, nació en Manteigas en el siglo XIX tras una visita de una compañía de payasos al pueblo de Manteigas. Los habitantes se compraron algunos instrumentos a esta compañía y ahí nació el deseo de aprender. Del ruido inicial evolucionaran hacia la creación de música, llevando al nacimiento de la Banda de Música.
Actualmente, Manteigas tiene dos centros de naturaleza musical, Sede da Música Velha (Sede de la Música Vieja) – Banda Nova União (Banda Nueva Union) y la Sede da Música Nova (Sede de la Música Nueva) – Associação Recreativa Filarmónica Popular Manteiguense (Asociación Recreativa Filarmónica Popular Manteiguense).
Entre las festividades del pueblo de Manteigas se destaca la Festa do Senhor do Calvário (Fiesta del Señor del Calvario), el Santo patrono de Manteigas, en el tercer Domingo de Agosto.
Dice la historia que se desencadenó una tormenta tan fuerte que llevo a las riberas de la sierra a verter continuamente agua desde los cerros, arrastrando piedras hacia el pueblo.
El pueblo se unió en frente de la Capela do Senhor do Calvário (Capilla del Señor del Calvario) y pidió clemencia. La tormenta se calmó.
Otra importante conmemoración del pueblo es la Festa da Nossa Senhora da Graça (Fiesta de Nuestra Señora de la Gracia), que se realiza a 8 de Septiembre.
La tradición dice que la Señora intervino a favor de unos marineros que, en alta mar, fueron sorprendidos por una tormenta que amenazaba hundirlos con el barco en el fondo del océano.
Invocando la protección divina les apareció La Virgen sonriendo que los llevó con tiempo tranquilo hacia un puerto seguro.
Los marineros, en un gesto de reconocimiento, ofrecieron un lampadario de plata que se encuentra suspendido en el techo del coro de la Iglesia de São Pedro.