Atención: Debido al alto grado de dificultad que presenta la ruta, se recomienda el uso de GPS o la aplicación para Smartphone que proporcionamos. El senderista también debe tener una buena capacidad física, refuerzo energético, agua y ropa adecuada.
Punto de partida: en el cruce de la carretera nacional a la Torre. (Se recomienda iniciar esta ruta en Covão d\\\’Ametade).
“Barrancos precipitados, Covões tristes, acantilados caóticos, montañas gigantes, fantasias varias de una creación aspérrima, que se acumulan, en multitud desordenada, ahí tiene también esas notas de contrastes delicados, con que la naturaleza de los bramidos del León, a los gorjeos del ruiseñor, e del terrible murmullo de la tormenta al quejumbroso de la brisa.” Emidio Navarro en Cuatro días en la Sierra de la Estrella (1884).
Majestuosidad y dureza son las características que hacen la Ruta del Macizo Central única en lo que concierne al trazado y al paisaje natural. En esta ruta, el caminante es constantemente sorprendido, podiendo contemplar locales emblemáticos como el Covão d’Ametade, el Covão Cimero, los Cantaros (Magro, Gordo y Raso), las Salgaderas, la Laguna del Gran Pez (o de la Pasión), la Ribera de la “Candeeira”, o la Nave Mestra (en la derivación para las Peñas Doradas – Ruta del Carbón).
La Torre, siendo el punto más alto de Portugal continental, con 1993 metros, donde D. Juan VI (1816-1826) a mando erigir una estructura de piedra para completar los 2000 metros es uno de los locales importantes a visitar. Aquí se pueden encontrar facilidades para la práctica de deportes de invierno, que atrae visitantes de todo Portugal.
Debido a la alta precipitación y a la topografía accidentada del terreno, existen en esta zona varios tipos de ambientes acuáticos que en la paisaje, aparentemente monótona, terminan constituyendo elementos singulares, tales como el la Laguna del Pez Grande y las Salgaderas (conjunto de varios estanques).
En el paisaje aparecen recortes por entre la vegetación, causada por el pastoreo, que convive en armonía con varias especies de fauna y flora. Debido a su gran altitud, el Macizo Central constituye un local único en el país, contribuyendo para la existencia de especies raras y ancestrales, tales como el tejo, enebro común, abedul, serbal de los cazadores, cervuno, el arándano y las habas de agua. Los Enebros, en respuesta a las condiciones particulares del ambiente donde se desarrollan, crecen horizontalmente, cubriendo las rocas con un autentico manto verde.
En cuanto a la fauna, hay vestigios de la existencia de especies con categoria de conservación como el Aguilucho cenizo, el Águila perdicera, el Búho Real, el Águila culebrera, el conejo, el acentor alpino. En riesgo de extinción están el desmán ibérico, la lagartija serrana, la víbora hocicuda, el andarríos y el halcón peregrino.