Punto de partida: cerca de la Oficina de Turismo de Manteigas.
La Ruta del Sol tiene esta denominación debido a su exposición al sur. Es una ruta con escenarios diferentes y emblemáticos.
El caminante puede disfrutar de un paisaje marcado por la influencia de la agricultura tradicional, con viñedos, terrazas, jardines, pantanos y cursos de agua, admirar las casas típicas de las montañas (en granito o en esquisto), caminos y muros decorados y aromatizados por el romero que embellecen y particularizan el paisaje.
A mayor altitud, el alcance visual evidencia bellísimas panorámicas del Valle Glaciar del Zêzere y de las galerías ribereñas compuestas, que reflejan el verde intenso de las montañas que las rodean, sin olvidar la curiosa marca qué las gravas imprimen en el escenario.
El paisaje se caracteriza por bosques mixtos de frondosas y coníferas, que puede ser observado a lo largo de la mayor parte de la ruta. En la derivación que liga Sameiro a Manteigas, se destaca el Cabeço de Satanás (Cabezo de Satán), donde se puede disfrutar de un paisaje amplio y fascinante de bosques que rodean el Valle del Zêzere.
Caminar por la Ruta del Sol es aún una oportunidad de observar los variados matices qué se van surgiendo a lo largo de las estaciones del año.
En lo que respecta a la flora, es de realzar la encina, el torvisco, el tomillo, entre otras. Es también posible ver ejemplares como el fresno, el roble común, el aliso, el álamo, el serbal de los cazadores, la jara pringosa, el romero, etc.
De la diversidad faunística existente se destacan el murciélago pequeño de herradura y la víbora hocicuda con categoria de conservación vulnerable. Están también presentes la lechuza de cola larga, el arrendajo común, el conejo común, el zorro, el lución, el erizo común, etc.
La ruta permite a los amantes de la naturaleza y caminantes disfrutar del silencio, tranquilidad, aire puro y conocer mejor la cultura y tradición de la población de Manteigas.